Era agosto del 2015 y las cometas volaban
aburridamente por el aire y no había en el presente algo desconsolador para
escuchar. De repente el anuncio llegó, un anuncio de sangre envuelta en
improvisación con saxos y exquisitos riffs guitarrescos, un anuncio de batalla
para acompañar con swing el metal
nórdico, un anuncio de estrepitosas melodías recordándonos a los jazzistas Miles
Davis y Eddie “Lockjaw” Davis más envueltos, más alucinados, más descarados,
más metaleros.
El proyecto se presentó en forma de sencillo como The Last Stand, el cual sólo era el
ambicioso proyecto discográfico de los noruegos Shining quienes ofrecían el pasa bocas de su nuevo álbum titulado International Blackjazz Society (IBS) lanzado
oficialmente el 16 de octubre de 2015 por el sello finlandés Spinefarm Records. Este sencillo se
convirtió en el segundo track del álbum, el cual ya es posible
digerirlo en su presentación audiovisual desde el 27 de octubre.
Este álbum (IBS) es una muestra musical exigente que
implica de tajo una fe absoluta con una utópica sociedad, que desde su fundación en
1375, odioso acertijo que exponen los integrantes de la banda, busca conjugar
el blackjazz como una apuesta para saltar
al vacío y arrojarse al suelo montañoso como lo sugieren en el videoclip Last Day (Live At Trolltunga) donde se
ve a un despeinado y asustadizo bajista al borde de un risco martillado su bajo
en la afinación de notas de gracia con la mano izquierda y púa en su mano
derecha.
En este nuevo trabajo los acompaña el ex baterista de Leprous: el señor Tobias Ørnes
Andersen, además del tecladista Eirik Tovsrud Knutsen ofreciendo más claridad y
envoltura rítmica de lo que se podría criticar de los dos últimos trabajos de
los noruegos (Blackjazz, 2010 – One one one, 2013). Existe entonces más
carga, tejida de experiencia de músicos que no buscan la presentación de un
álbum para engrosar la historia de la banda sino alegorizar la música en
proyectos no vistos, ya que actualmente adelantan una gira por Europa en
locaciones disipadoras, trágicas y heladas para ganar adeptos al nuevo
colectivo oscuro del metal.
Hoy por hoy se encontrarán en la ciudad alemana de
Dresden (31 de octubre) la cual ha sido escenario de marchas pro nacionalistas
en contra de la inmigración a causa de las primaveras de la guerra entre el
irritante estereotipo de las culturas de occidente y oriente. Tal gira terminará
en Hulen (Noruega) el 3 de diciembre para dar descanso al proselitismo de la
fusión jazz y metal, y dejar el tercer lustro del siglo XXI morir en paz.
Bienvenidos sean pues los integrantes para la excelencia,
para dedicar, como ellos mismos promulgan, la nueva era dedicada a la vida, la libertad y la búsqueda de
la cultura, nación de Blackjazz bajo
el beneplácito de un cielo fungido en oscuridad.
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